A casi una década del naciemitno de los entes fiscalizadores estatales o gubernamentales de los derechos humanos en Centroamérica (Procuradurías de los Derechos Humanos), estas instituciones continúan teniendo una serie de limitaciones internas y externas que atentatn contra el buen funcionamiento. El excesivo control gubernamental, la impunidad creciente de los violadores de los derechos humanos y la ausencia real de un verdadero sistema de justicia que garanticen los derechos de los centroamericanos hacen que las procuradurías de la región, no cumplna de manera eficiente su labor. Dentro de este marco se indica que la militarización de un país, la falta de libertad entre algunos estamentos del Estado y el predominio de la cultura del miedo y del teror , más la mala administración de la justicia hacen que las resoluciones emanadas por la institución encuentren oídos sordos en los responsables directos e indirectos de las violaciones de los derechos humanos. Por lo anterior se estima que es necesario un mayor respaldo de la comunidad internacional hacia el trabajo realizado por las procuradurías, con la finalidad de que sean acatadas y ejecutadas sus resoluciones, a su vez los diversos estados deben de apoyar económicamente el trabajo de estos entes fiscalizadores y a las procuradurías, se les pide que a pesar de las presiones internas deben de ser más críticas y beligerantes en benefico de los derechos humanos. LOB/LOB