Expertos en teoría social y cultural fácilmente desarman lo que consideran (con cierta justificación) como pretensión naturalista de la ética medio-ambiental. Sin embargo, a pesar de intentos innovadores de incorporar valores medio-ambientalistas en esquemas teóricos tan variados como los de Habermas y Foucault, la teoría social contemporánea a menudo omite la reflexión sobre las limitaciones disciplinarias de su propia crítica. Hasta el punto de que nos presenta un desafío tanto al antropocentrismo como a la reducción sociológica de los valores éticos, la ética medio-ambiental no sólo re-evalúa nuestra relación con la naturaleza sino que posiblemente esté en proceso de engendrar una sociología más reflexiva