Panamá por su posición geográfica, se ha caracterizado históricamente como una zona de tránsito, de pobladores y mercaderes en donde la migración tanto interna como externa ha sido muy importante. La colonización de nuevas tierras supone implantación de hombres, culturas e instituciones en territorios vacíos o poco poblados. La colonización plantea no sólo cambios geográficos en un espacio determinado, sino nuevas adaptaciones sociales, económicas y culturales del hombre, además de sus efectos sobre el medio ambiente; estos cambios en el espacio se constituyen en uno de los elementos importantes que permiten caracterizar desde el punto de vista cultural una región. El desarrollo y evolución de la colonización de tierras por lo menos en los últimos 60 años, no ha obedecido a ningún tipo de planificación por parte del estado panameño y la misma se ha dado en forma espontánea, producto de la apertura desordenada de fronteras agrícolas en algunas regiones del país, generando un proceso migratorio fluido y rápido. Se caracterizan las migraciones actuales dentro de las comunidades campesinas. La desarticulación y la migración, hacia la colonización de las tierras (migración rural-rural), llevan consigo la desaparición de actividades de trabajo y consecuencias sociales en estas poblaciones en sitios de origen, también da inicio a una forma de relación de trabajo y producción.

ROSE/29092013