En este artículo se ofrece una observación crítica del porceso de globalización y de la intervención de diversas organizaciones como la OMC, el Banco Mundial, el G8, del FMI y la actuación de los Estados Unidos en la década de los noventa. Se señala que la creciente dependencia del unilaterismo de EE.UU y su manipulación descarada de los mecanismos multilaterales para lograr la hegemonía, fue una fuente clave de la crisis de legitimidad que empezó a afectar al orden global a finales de los noventa. Los resultados que se esperaban con la globalización no se dieron, sin embargo, la realidad de la creciente pobreza y desigualdad global fue neutralizada por las altas tasas de crecimiento y prosperidad en unos pocos enclaves de la economía munidal./MSD