Estamos frente a la época de los indígenas. Epoca en que de las discusiones pasaremos a los hechos, a la contribución de construir nuevas sociedades nacionales, época en que se irán perfilando y construyendo las condiciones objetivas a fin de que el proceso de autodeterminación, independencia y liberación de los pueblos indígenas sea irreversible. En este proceso se necesita de gran tolerancia para saber oír, escuchar, no sólo aciertos sino también errores, en tanto que la cuestión indígena no esté agotada nadie tiene toda la verdad y entre los mismos indígenas hay mucha dispersión en sus posturas y demandas. Es tiempo para crear y abrir los espacios de la discusión, con el fin de que las diferencias encuentren el cauce adecuado para construir e identificar las convergencias y los consensos en torno al tema. El artículo analiza los siguientes temas: el aporte de la religión maya, el proceso social guatemalteco y la cultura maya hoy. Concluye afirmando que solamente en una sociedad más participativa, tolerante, en donde se haya superado la cultura de la manipulación, de la compra y venta de valores humanos, de la competencia y de la violencia, el maya podrá expresar libremente su religión y arreglar su situación en forma global y definitiva. HB/MR