Para el autor, a principios de los noventa parece emerger una división clara entre un sector minoritario de la población que se ajusta a los requerimientos del nuevo mercado globalizado, de alta tecnología y otro sector, apartado de lo anterior y que queda desprendido de la dinámica económica internacional y nacional, entrando en una lógica de subsistencia es la economía informal la que tiende a recibir a estos expulsados. Esta separación, señala, plantea interrogantes sobre la viabilidad política del nuevo modelo económico ordenador, impuesto en caso toda América Latina, y su concordancia con las demandas sociales y las políticas por una mejor distribución del ingreso, mejores servicios públicos, un hábitat más vivible, con agua, luz y saneamiento para todos. Por lo tanto, se analiza los graves efectos que la crisis y las políticas económicas han originado en las condiciones de bienestar de los latinoamericanos. Por ello, en los capítulos siguientes se tratan los aspectos referentes a: 1°) la crisis latinoamericana y sus efectos sobre la pobreza 2°) la situación del empleo 3°) la salud 4°) la mortalidad infantil 5°) la educación. Concluye que la crisis de América Latina ha venido a profundizar una situación de desventaja para las grandes mayorías de la población. Además, en América Latina, los efectos económicos de la aplicación de las políticas económicas del consenso de Washington están llevando a una división social nueva y a crecientes autoritarismos políticos. Por tanto, el diseño de nuevas políticas, donde la población esté en el centro, es fundamental para evitar divisiones sociales inútiles, pues una mínima parte de la población ingresará a la economía global, mientras que el resto (la mayoría) quedará despedido. MB/ALJ