La pobreza en América Latina es sin dudarlo, uno de los obstáculos principales para implantar un nuevo modelo de desarrollo en la región. La persistencia de la pobreza pone en entre dicho la eficacia de las recientes políticas econímicas instrumentadas, si bien es cierto han logrado reactivar el crecimiento y obtener avances significativos en el control de las principales variables macroeconómicas, han sido incapaces de generar el empleo productivo necesario para superar los graves rezagos sociales existentes. La CEPAL en el año de 1990 planteó que el gran reto latinoamericano para finales del milenio, es la transformación productiva con equidad, o sea, lograr los equilibrios macroeconnómicos básicos con una simultánea mejora en la distribución del ingreso. Crecimiento u equidad son frutos de una política económica y social conjunta, la cual no busca el impulso aislado del crecimiento o de la distribución. Es un enfoque integrado en el que el esfuerzo gubernamental propicia a su vez la transformación productiva y la equidad. Los gobiernos latinoamericanos deben sentar las bases sólidas de un nuevo modelo de desarrollo que permita superar en forma efectiva las causas que inciden y promueven la pobreza. La postergación indefinida de ello pone en peligro la reciente reactivación de las economías nacionales y cuestiona, incluso, la estabilidad social y la permanencia de los sistemas democráticos. LOB/LOB