Según el analista, debe haber voluntad política de parte de los gobiernos centroamericanos para encontrar soluciones pacíficas a la crisis de la región. En la reunión de Esquipulas se planteó la posibilidad de la coexistencia de la democracia y la revolución (caso de Nicaragua) y, a la vez, se dice que no habrá paz en Centroamérica si no la hay en Nicaragua, y los representantes de este país ripostan señalando que en la región no habrá democracia mientras las naciones no tengan soberanía y no se respete la no-intervención en asuntos de las naciones. En tanto, la política exterior de la administración Reagan pierde credibilidad y bases de apoyo al interior y a lo externo, lo cual posibilita la solución centroamericana y tercermundista a la crisis. Así, la paz en Centroamérica puede estar cerca en la medida en que haya voluntad y patriotismo de parte de los gobernantes para resistir los chantajes financieros militares de fuera de la región. LOB/mb