Según el artículo, la desvalorización del salario es alarmante: en 1983, en el sueldo que se recibe, hay más colones que en 1980 por el mismo trabajo, pero el número y cantidad de bienes y servicios que se pueden adquirir es menor. De marzo de 1979 a noviembre de 1981, los salarios reales descendieron 30, 5 por ciento es decir, en menos de tres años perdieron casi una tercera parte de su poder adquisitivo. Ciertamente, los salarios nominales han aumentado, lo cual crea una falsa imagen de mejora, pero lo que sucede es exactamente lo contrario. Resumidamente: en los últimos diez años, lejos de haberse mejorado la situación del grueso de los asalariados del país (que conforman el 75 por ciento, aproximadamente) , se ha empobrecido y tiende a situarse en un nivel de consumo mínimo que, con gran esfuerzo, les permiten ubsistir. HBQ/mb