La idea de que la globalización atenta contra la soberanía del moderno Estado-Nación es cada día más aceptada en diferentes círculos académicos, tanto gubernamentales como internacionales. De hecho, en la actualidad, existe una generalizada preocupación por la disminución progresiva del margen de maniobra de las autoridades nacionales para decidir asuntos de interés interno con independencia del exterior. Esta percepción se torna extrema en quienes entienden que la globalización ha transformado el Estado-Nación en una unidad disfuncional dentro de un mundo sin fronteras. El consenso señalado en torno a la tesis indicada es comprensible, dado su carácter general y ante todo por la flexibilidad conceptual con que las nociones de globalización y soberanía suelen ser tratadas en diversos círculos profesionales. La primera de ellas se emplea con frecuencia en el ámbito de los medios de comunicación, la cultura, la política, la economía. A su vez, la noción de soberanía es moneda corriente en los campos político y militar, extendiéndose de allí su uso a materias de orden económico. Precisamente se ahonda en el hecho de que la autonomía no es un concepto originario del campo económico, da lugar a que se le utilice con latitud. Para analizar el contenido, alcance y limitaciones de tal tesis se utilizan ejemplos tomados del campo de las políticas bancaria, monetaria, cambiaria y fiscal. OB/LOB