El presidente de Costa Rica José María Figueres Olsen, llevó a cabo una serie de cambios en su gabinete de gobierno desde finales de junio el cual incluyó el traslado de cinco de sus más allegados colaboradores, de unos ministerios a otros la confirmación de la mayoría de ministros que conforman el equipo de gobierno desde 1994 y el cierre de cuatro carteras que él mismo había creado a su llegada a la presidencia. Dicha reestructuración del equipo de gobierno fue interpetada como un intento del gobernante de levantar la opinión negativa que hasta ese momento mantenía la mayoría de los costarricenses sobre su gestión administrativa, dos años despúes de haber asumido el poder y, de paso, renovar su imagen ante el rápido deterioro que ha experimentado en las últimas encuestas. Los cambios se producen en un contexto en el que la gestión de José María Figueres pasa por un momento difícil, caracterizado por recientes fracasos políticos en la Asamblea Legislativa con ello se evidenciaron las discrepancias en el interior del Partido Liberación Nacional (PLN). Sobre los cambios realizados, muchos opinan que fueron cosméticos y no modifican el rumbo de las políticas ejecutadas hasta ahora esta es la opinión de Miguel Angel Rodríguez, principal dirigente del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC). OB/LOB