Trata sobre la evolución de las iglesias pentecostales en Centroamérica. Estas iglesias se caracterizan por el hecho de que sus discursos y sus prácticas religiosas representan una respuesta al continuo deterioro de las condiciones de vida dándose cierto paralelismo entre el crecimiento de estas iglesias y el desarrollo de la crisis centroamericana. Se examinan las condiciones sociales en las cuales se presenta la expansión de esas iglesias (reproduce datos estadísticos sobre el número de iglesias pentecostales), la intensidad de su vida religiosa y como transmiten una visión alienante evasiva respecto de la realidad social. Finalmente, se analiza el hecho de que en las fincas bananeras de Guápiles los cristianos protestantes son empleados de confianza. Contiene alguna consideraciones a manera de conclusiones. LOB/mb