naliza la evolución y transformación del sistema electoral costarricense desde la promulgación del primer Código Electoral en 1952 hasta las reformas más recientes que abarcan el año 2001. El autor presenta un análisis detallado de los cambios en el marco normativo, la estructura institucional y los procesos electorales en Costa Rica, enfocándose en las múltiples modificaciones legislativas y sus implicaciones para la democratización y modernización del sistema electoral. El estudio aborda, además, cómo estos cambios reflejan las dinámicas políticas de cada período histórico y la influencia de actores políticos nacionales e internacionales en el diseño de las políticas electorales. A través de la creación de una base de datos en SPSS, Hernández Naranjo sistematiza y compara las diferentes reformas, destacando aspectos como la creación del Tribunal Supremo de Elecciones, la incorporación del voto en el extranjero, la inclusión de género y la regulación de las campañas electorales. El análisis enfatiza que, aunque estas reformas han contribuido a la transparencia y equidad del sistema electoral costarricense, aún existen desafíos importantes, como la participación de sectores históricamente excluidos y la necesidad de fortalecer la institucionalidad democrática. Finalmente, el artículo resalta la importancia de entender las reformas electorales como procesos continuos y multifacéticos, que no solo responden a la coyuntura política, sino también a la necesidad de adaptar el sistema electoral a las nuevas demandas sociales y a las transformaciones en la gobernanza democrática. RAR