El papel jugado por las fuerzas armadas y los militares en la vida política es sin duda una de las principales preocupaciones de las Ciencias Sociales. Se indica que la finalización de la Guerra Fría y el retorno de la democracia en América Latina, han contribuído a un cambio en el papel tradicional de las fuerzas armadas y su rol de guardián del orden público, por este motivo es de esperar un cambio en el contenido de la diferentes tesis de seguridad nacional. Se agrega que la dirección y la intensidad de los cambios que ocurren en el istmo y los efectos transformadores de la sociedad centroamericana deben estar seguidos cuidadosamente, precisamente por tener lugar en un ambiente internacional favorable y contradictorio a la vez lo favorable es que apunta hacia la posibilidad de avanzar en la construcción de sociedades democráticas, con mayor participación de los sectores tradicinalmente excluídos y sobre todo por la posibilidad de ir creando las condiciones para el surgimiento de una cultura democrática que tenga como núcleo constitutivo la tolerancia. Lo contradictorio de todo esto son las dificultades económicas que configuran la crisis más prolongada de este siglo y el creciente empobrecimiento de importantes sectores de la población. Ambas tendencias, la política y la económica, han modificado y continuarán alterando profundamente a la sociedad centroamericana. Precisamente se ahonda en los procesos de cambio, en el papel de las diferentes fuerzas y actores, los eventuales conflictos que puedan darse en la región. Luego se analizar los cambios, se estima que el proceso democratizador en América Latina debe llevarse a cabo internamente, sin intervención de los países extranjeros si se brinda ayuda, ésta no puede ni debe ser dominante ni hegemónica, sino que debe vincularse a los esfuerzos regionales el proceso democratizador es un reto latinoamericano que puede ser facilitado pero nunca decretado por terceras potencias. OB/ALJ