Ahonda en el acuerdo presidencial que creó siete refugios de vida silvestre y pesca artesanal en la zona del Golfo de Fonseca, con el fin de mantener sitios de pesca para unos 500 pescadores. Por otra parte se destaca el interés en el desarrollo sustentable de esta zona costera por parte de grupos ambientalistas. La existencia del mangle en el Golfo de Fonseca, se debe al resultado de un largo período geomorfológico en el cual el agua dulce y los sedimentos desembocan en el Golfo este hecho propició una plataforma aluvial propicia para la colonización de una comunidad de plantas con una alta productividad biológicca. Al igual que la mayoría de los países centroamericanos la mayor parte del mangle en Honduras se localiza en la costa pacífica y a su vez el área de bosque cubierta por manglares va reduciéndose, en buena parte por la explotación indiscriminada que los pobladores hacen de este recurso ya que lo utilizan como madera, por los productores de sal, los pescadores, se utiliza para leña y para vivienda entre otras cosas. Por otra parte se habla de la contaminación del mangle por la utilización de agroquímicos, se agrega que en la zona cultivada de manglares se ha incrementado el problema del uso de la tierra, lo que ha incidido en la destrucción del hábitat del manglar. Finalmente se señala que las personas que habitan las zonas cercanas a los manglares son por lo general pobres, analfabetos y reducidos a vivir en ranchos de mangle, sin luz eléctrica, agua potable o alcantarillado y es común que los medios que utilizan para la pesca sean ilegales o dañinos para el mangle. OB/LOB