Esta investigación aborda teórica y empíricamente las expresiones que adquiere la pobreza en dos comunidades de Izabal, afectadas por el Huracán Mitch en 1998. Revela cómo las precarias condiciones socioeconómicas de pobladores y el aislamiento geográfico de dichas comunidades fueron condicionantes básicos de vulnerabilidad ante este fenómeno natural, que derivó forzosamente en una situación de desastre. Este hecho fue portador de nuevas vulnerabilidades y de agravamiento de la condición de pobreza en estas poblaciones. En el estudio se evidencian, al mismo tiempo, las limitaciones de la atención institucional de ayuda y apoyo en caso de desastres, para generar procesos socio organizativos y desarrollo de capacidades, que permita a las comunidades estar preparados para mitigar y reducir riesgos, tanto atmosféricos como socioeconómicos futuros