Una de las hipótesis que se crearon en torno al asesinato del obispo guatemalteco Juan Geraldi, aludió a un crimen pasional provocado por un “lío de huecos” (homosexuales). Los investigadores más prominentes del caso reconocieron estos rumores y formaron conjeturas variadas sobre el estigma de la homosexualidad, y el silencio provocado por la homofobia en una cultura violenta. También formularon hipótesis sobre los efectos que tuvieron estos rumores en el juicio del caso. Se propone desde el artículo pensar que la fuerza detrás del estigma y el silencio produce ciudadanías diferenciales. Dos de ellas se ven claras en el caso Gerardi, una aliada con el Estado militar y que profesaba una ideología anti – comunista, patriarcal y nepotista; y otra que aliada con los derechos humanos, las Naciones Unidas y una comunidad internacional que intentaba insertar nuevas nociones de justicia y democracia en el Estado Guatemalteco. El caso Gerardi fue una lucha de legitimación entre estas dos ciudadanías. En el desenmarañamiento del caso, salio a la luz otra ciudadanía: la abyecta. A ésta pertenecían aquellos que practicaban sexualidades no – hegemónicas. Se argumenta que la memoria del asesinato seguirá incompleta a causa de los huecos del archivo, de la fuerza del silencio impuesta por la cultura homofóbica. KDV/131117