Analiza las relaciones internacionales del movimiento sindical norteamericano, representado por la AFL-CIO y los sindicatos de América Latina, a través de su principal dependencia en América Latina: el Instituto Interamericano para el Desarrollo del Sindicalismo Libre (AIFLD). Se cuestiona la solidaridad prestada por esta central sindical, pues desde su creación, fue mediatizada por el gobierno norteamericano y utilizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), para controlar la organización de sindicatos con tendencia izquierdista, más beligerante en la lucha por los derechos de los trabajadores y por la solidaridad internacional. A lo largo de su presencia en América Latina, se ha dedicado a defender los intereses norteamericanos en la región, y ha apoyado movimientos claramente reaccionarios y golpistas: Golpe a Arbens en Guatemala, el Golpe Militar en Chile y Brasil, etc.; ha dedicado parte de sus fondos a promocionar sindicatos opuestos a la izquierda, pro-patronales, y a formar líderes sindicales en escuelas sindicales norteamericanas de carácter neoconservador. La situación interna actual de la AFL-CIO, parece complicarse, pues desde la base ha surgido un movimiento más solidario con América Latina y opuesto muchas veces a las políticas del Departamento de Estado, esta situación ha quedado clara en las dos últimas convenciones, donde una cúpula burocrática y derechista trata aún de sostenerse y desde allí seguir controlando su solidaridad real y activa con el movimientoobrero latinoamericano. VJ/MR