El proceso de integración económica surgido en las últimas décadas no ha tenido en América Latina, una evolución importante. Hasta el momento no se ha definido un marco económico (nacional y regional), que permitan hacer realidad ésta integración. Esta consiste básicamente en promover la actividad productiva, incentivar las inversiones, dirigir hacia estas actividades el financiamiento interno y externo, buscar la inserción activa en los mercados internacionales. Entre los grandes problemas que ha enfentado este proceso se encuentran basicamente: bajo comercio intraregional caracterizado por polos de desarrollo (comercio con Brazil, Argentina y otro con los Estados Unidos), las políticas de libre comercio impulsadas por el Gatt, no son cumplidas por los países desarrollados (proteccionismo, dumping), el Banco Mundial advierte a los países desarrollados para que liberen sus economías y su comercio exterior para aumentar su participación en el mercado internacional, y mejorar la productividad y eficiencia de sus industrias. Concluye reconociendo la vulnerabilidad externa de nuestras economías que la integración económica se ha orientado básicamente al comercio y no a fortalecer las actividades productivas y económicas, fortalecer las relaciones regionales que los patrones de producción , consumo y distribución del ingreso se deben tomar en cuenta en cualquier proceso de integración económica y por último en el debate sobre la integración reaparece la discusión sobre la relación entre el Estado y el mercado, su papel, funciones y objetivos. AR/MR