A raíz de la deuda externa, Costa Rica en los últimos años ha aplicado una serie de programas de ajuste y de estabilización, a su vez ha tratado de reacomodarse a las cambiantes condiciones regionales e internacionales. Por ello, a partir de 1980 ha venido implementando un nuevo modelo de desarrollo basado en las exportaciones no tradicionales al resto del mundo, el viejo modelo de sustitución de importaciones, privilegiaba al Mercado Centroamericano. Analiza las presiones externas que han ido propiciando este modelo: FMI, Banco Mundial, que promueven el libre comercio (GATT) y políticas cambiarias flexibles, diversificación de la producción, etc., hace además una evaluación de las nuevas políticas adoptadas, y concluye, que si bien las condiciones para este nuevo modelo y la producción de los no tradicionales es muy dura, dada la competencia, Costa Rica puede aprovechar sus ventajas comparativas: infraestructura, flexibilidad del tipo de cambio, precio de la electricidad, experiencia en promoción de exportaciones, alto nivel de alfabetismo y educación que produce una fuerza de trabajo adaptable y flexible. Si este modelo tiene éxito, la brecha entre Costa Rica y los países del área, será más profunda y el Mercado Común, cada vez menos importante. AR/MR