Se enfatiza en la existencia del Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI), el cual comenzó a establecerse en la década de 1970, especialmetne con las alzas en los productos derivados del petróleo. Este concepto, lo acuerpan los países en desarrollo, proclamando una mayor justicia, mayor equilibrio en la distribución de costos y beneficios. Ante esta situación Centroamérica y el Caribe tienen la necesidad de producir cambios internos y externos para enfrentar con éxito los nuevos desafíos mundiales. Pero en la realidad parece difícil que la región pueda concretar las transformaciones necesarias en el plano político, social, económico y tecnológico, acudiendo sencillamente a la adopción de los modelos propuestos externamente. Se analiza el convenio de Panamá, el cual fue aprobado en 1975, mediante el cual se acordó establecer un sistema permanente de cooperación económica y social intrarregional, de consulta y coordinación de las posiciones de América Latina, tanto en los organismos internacionales, como en terceros países. Seguidamente se analizan los lineamientos del SELA, destaca la aportación de los elementos capaces de contribuir al desarrollo de la concertación entre los países de la región, el análisis y la información técnica elaborada con más rigor, la formulación de propuestas complementarias de la esfera de la acción de los gobiernos y el desarrollo de conceptos que puedan ayudar a los países de la región a la vinculación internacional. En síntesis se lucha por preparar a la región de la mejor forma para que enfrente con éxito a los países desarrollados. Se analizan las políticas de países europeos (CEE), Estados Unidos y finalmente, el futuro de la región, indicando que la tónica es que cada país debe salir solo de la crisis, pero que es imprescindible la cooperación internacional. OB/ALJ