Desde el mismo momento que ingresa Reagan a la Casa Blanca, se propone, como máximos ideales, luchar contra el comunismo y contribuir en la solución de los problemas políticos y económicos de la Región Centroamericana. Para este último propósito, busca desestabilizar a la guerrilla salvadoreña, objetivo que según planes del propio Reagan, se conseguirían en un corto plazo. Así mismo, se deicarían todos los esfuerzos al derrocamiento del régimen nicaraguense, más el surgimiento de una serie de conflictos -el problema Irán-Contras, la enfermedad del presidente de El Salvador que provocó la división de la contra y la situación en Panamá, entre otros- hacen de la política exterior de EEUU hacia Centroamérica, un rotundo fracaso. OB/EL