Se reflexiona sobre la transformación contemporánea que ha experimentado el Poder Legislativo, tanto en su interior como en su relación con los otros poderes del Estado. El trabajo enfatiza en la idea que la Asamblea Legislativa en su expresión por la antonomasia del principio de la soberanía popular, debe de fortalecerse no solamente en su función clásica de legislar, sino también en la del control político para que, así se convierta en un verdadero detentador del poder a lo largo del proceso gubernamental y no solamente en la fase de la confección de las leyes. Por ello es necesario potenciar las reformas institucionales y reglamentarias necesarias para convertir a este poder de la república en un verdadero instrumento legislativo ágil, pero a su vez vigilante de la actuación de los demás órganos estatales, para que ella se enmarque dentro del más estricto respeto de las Constitución Política costarricense, de las leyes y el interés público. Dejando atrás la concepción de un parlamento lento, ineficiente y de instancias carentes de una auténtica representatividad popular. LOB/LOB