Primeramente se ve la salud como un compromiso social, donde se resalta el papel de la odontología preventiva y se señala que la sociedad debe comprometerse a la tarea de trabajar por la salud de cada uno de los individuos que la integran. La familia, el Estado y los medios de comunicación son instancias para educar a la población sobre la importancia de la salud integral y de forma específica, de la odontología preventiva. Se analiza la adopción de una filosofía preventiva, en donde se siguen los lineamientos propuestos por organismos internacionales como la UNICEF y la UNESCO, pero se hace la observación de que se debe de tomar en consideración la crisis económica que vive el país y los compromisos adquiridos con los diferentes organismos financieros internacionales. Luego se menciona la relación existente entre la comunicación y el educador, proceso en el cual el emisor se convierte en receptor y viceversa. La educación para la salud preventiva se centra en principios que fomentan la prevención de las enfermedades, proceso que debe ayudar a la persona a adquirir un conocimiento y a desarrollar una actitud y una práctica dirigida a promover, proteger y conservar la salud individual y familiar. Se ahonda en aspectos como el trabajo de campo, la estrategia de comunicación, las características de ésta, la percepción del hábito de cepillado dental, el público a que va dirigida la campaña, en este caso a los niños, confirmándose que el odontólogo debe ocupar un lugar preponderante para así prevenir enfermedades bucodentales. OB/MR