La crisis salvadoreña se recrudece para finales de 1989, a raíz de los ataques del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, como respuesta a las declaraciones del gobierno en el sentido de que la guerrilla estaba desgastada. Tal declaración provocó el surgimiento de la violencia y el consecuente empeoramiento de las condiciones de vida y los derechos humanos de los salvadoreños, no se deja esperar. El ascenso de ARENA al poder, no parece apaciguar estas aguas turbulentas, sino más bien aumentarlas. Ante ello, el FMLN propone como solución el diálogo entre las diferentes fuerzas en conflicto sin la intervención de los EEUU, ya que la búsqueda de alternativas de pacificación viables para todos, debe involucrar solamente a quienes se vean afectados directamente, incluso la Iglesia Católica de este país, cuyos aportes serán considerados en las negociaciones. /EL