Se analiza la impronta que la participación política deja en las vidas y carreras de individuos que se identifican como gay, lesbiana o bisexual. Se analizan datos recogidos en 1981 y 1992 sobre puntajes generales de discriminación sufrida por profesionales en sociología homosexuales, y entrevistas a profundidad para determinar si el activismo gay, más que la simple revelación de la identidad sexual, se relaciona con los mayores índices de discriminación reportados en 1992. Se concluye que las estrategias políticas que se centran en la identidad personal de los activistas son una forma de activismo político con grandes riesgos para la persona en su vida profesional, en comparación a las formas menos personalizadas de concientización.

EFU/OCTUBRE2010