En el informe del estado mundial de la infancia de 1998 se analizan los siguientes temas: La desnutrición: causas, consecuencias y soluciones; se comenta que ésta se considera raras veces como una situación de emergencia; los niños que la sufren no padecen hambruna y apenas muestran señales aparentes. Y, sin embargo, la crisis de la desnutrición, mayormente invisible, es responsable de más de la mitad de los casos de mortalidad infantil que se producen en todo el mundo, y además viola los derechos de la infancia en forma profunda, al comprometer su desarrollo mental y físico y contribuir a la perpetuación de la pobreza. Más amplia de lo que muchos presuponen. El capítulo examina la escala de la tragedia, las estrategias que contribuyen a paliarla y los nuevos hallazgos de las ciencias. También se presenta un apartado sobre "la emergencia silenciosa": en ésta se presentan la escala de la desnutrición y el juego complejo de factores que contribuyen a causarla, entre los que se cuentan los servicio inadecuados de salud y la discriminación contra las mujeres. En el apartado de "enfoques que han tenido éxito", se analiza la participación de la comunidad, enriquecimiento de los alimentos, vigilancia y promoción del crecimiento, programas de administración sus suplementos. Así mismo se comenta en el apartado, "lograr que la ciencia rinda frutos", que la vitamina A ha reducido las tasas de mortalidad materna en un promedio de un 44 por ciento, en la sección se presentan los avances que ha logrado la ciencia en su lucha por mejorar la nutrición. El capítulo II presenta una serie de tablas estadísticas con los indicadores básicos de la atención, ciudades y los recursos que los niños reciben en sus comunidades y países, contribuyendo a ilustrar el progreso hacia las metas que se establecieron en la Cumbre Mundial en favor de la Infancia en 1990. HMBQ/HMBQ