En dos años consecutivos, Panamá a celebrado la navidad con enfrentamientos militares, en la primera semana de diciembre de 1990 tuvo lugar una frustrada asonada militar, esta medida coincidió con la primera huelga nacional de trabajadores organizada después de la invasión, estos hechos muestran la inestabilidad en la cual se encuentra sumida Panamá. Endara enfrenta: rivalidades entre sus aliados políticos, amenaza de guerrilla de seguidores del régimen anterior, problemas económicos y sociales que están generando un gran descontento popular, la desocupación va en aumento y llega casi al 20 por ciento, se considera que el 44 por ciento de los panameños viven en la pobreza. Si bien, estas condiciones se heredaron del bloqueo económico de Estados Unidos en 1988-89, el gobierno de Endara no ha hecho nada por solucionar estos problemas. Cada vez es más evidente que el bloqueo de Estados Unidos no fue una "causa justa" como lo hicieron ver en un principio sino que ante todo fue en defensa de los intereses estadounidenses que están en la zona del Canal y las bases militares. Un año después de la invasión la ayuda comienza a llegar y es escasa, aparte de esto ha condicionado el desembolso pidiendo el fin del secreto bancario en Panamá, que ha sido uno de los instrumentos del centro bancario internacional de este país. Además, se intenta someter aspectos juridicionales de Panamá a la vigilancia de Estados Unidos. Cuando en diciembre se daba la intentona del golpe, inmediatamente el Comando Sur saltó en defensa de Endara, esta acción fue justificada ante la opinión nacional e internacional como de "plena soberanía", ya que la orden venía de Endara, justificándose la acción por el "apoyo incondicional" que brinda Estados Unidos al gobierno de Endara. OB/MR