Colección Centroamérica

La explotación bananera en Costa Rica atenta contra los derechos humanos en sus diferentes categorías civiles, económicas, políticas y sociales. En los últimos años, la producción bananera se ha ampliado hasta ocupar más de 30 mil hectáreas, o sea, un 2 por ciento de todas las tierras del país. Toda esta expansión del banano lo han convertido en el primer producto de exportación de Costa Rica, a ésto se le une la crisis que está viviendo el café, producto que por tradición ha sido el de mayor exportación. Pero las cosas no se vislumbran mejor para el banano, pues Europa ha decidido aplicar medidas proteccionistas y ha impuesto el sistema de cuotas, con lo cual, se limita la contidad del producto que pueda entrar a dicho mercado. La Corporación Bananera Nacional (CORBANA), prevee un descenso en las ventas de un 2 por ciento, además de una disminución del 3,8 por ciento en el valor de la venta de la fruta con respecto año 1992. Toda esta situación generó que varios presidentes de Centroamérica visitaran Europa, solicitando trato preferencial para el banano de la región, pero pese a las presiones los europeos no cedieron. Diferentes sectores protestan por el uso indiscriminado de agroquímicos y por la deforestación generada por la actividad bananera, por la contaminación de las aguas y por el irrespeto a los derechos laborales, además de la pérdida de la soberanía nacional. La Comisión de Derechos Humanos ha recibido diferentes denuncias de violaciones, desde los deficientes salarios hasta las pocas medidas de seguridad laboral en los tiempos de corta se obliga a los trabajadores a laborar hasta altas horas de la noche, negandose el derecho al descanso nocturno, además, se indica que por lo general se contrata al trabajador por tres meses, con el fin de no pagar las garantías sociales, muchos pequeños productores han dejado de serlo para convertirse en peones, todas estas situaciones deberán ser analizadas por el Estado costarricense. OB/MR