El proceso de negociación en Centroamérica contó con muchos obstáculos que fueron superados gracias a la flexibilidad del gobierno de Nicaragua y, a la disposición de los grupos guerrilleros de El Salvador y Guatemala, de negociar con sus respectivos gobiernos. La voluntad política de los sandinistas quedó demostrada al asumir con madurez su derrota electoral, siendo el Presidente Ortega felicitado por gobernantes que tienen que aprender mucho sobre democracia y pluralismo y que de haber ganado el FSLN, posiblemente hubieran tenido otra reacción. El revés electoral del FSLN sólo puede explicarse a través de la grave crisis económica y política, producto de diez años de guerra, bloqueo económico y agresión norteamericana el pueblo ve en Violeta Barrios una tabla de salvación , sin embargo en la actualidad, Violeta se enfrenta a problemas tales como: una contra que reclama privilegios y poder político así como una raquítica ayuda económica norteamericana, país que tiene para con Nicaragua una deuda material y moral. En El Salvador, las negociaciones entre el gobierno y el FMLN no avanzan con rapidez y, Cristiani pide más ayuda económica y militar a Estados Unidos en tanto que en Guatemala, el ejército viola los derechos humanos con absoluta impunidad y el gobierno de Cerezo se convierte en cómplice de esos atropellos debido a su debilidad y poco poder político, mientras que se negocia en este marco, un cese al fuego inmediato por seis meses a cambio de transformaciones institucionales que le permitan a la URNG desmovilizarse e integrarse al proceso democrático del país. VJ/JM