Se enfoca el problema de la drogadicción y su carácter universal, es quizás éste uno de los problemas más graves que enfrenta la sociedad mundial, el enemigo se encuentra dentro de nosotros y no sabemos su dimensión. Se han perdido los valores morales así como el verdadero sentido de estimación personal y social ante este grave problema no se ha creado una estrategia eficiente que verdaderamente contribuya a la eliminación del problema, sino que más bien, las pocas iniciativas eficientes se han enredado con las estrategias. El autor opina que se deben invertir recursos en el desarrollo y en la justicia social y, dejarse de invertir en la prohibición. Agrega que si en la actualidad existen tantos drogadictos se debe a que algo está fallando, por lo que se debe encarar una lucha de prevención dinámica, agresiva e imaginativa centrada en la familia, los colegios, las universidades y los lugares de trabajo además a su parecer, se debe atacar de forma directa el problema enfrentando a los productores y distribuidores de la droga. Se debe de brindar a los niños la educación necesaria para que sepan a que se enfrentarán cuando sean adultos, pensar que el distribuidor de la droga es el único problema es falso algo está fallando dentro de la sociedad debemos de ubicar la falla y combatirla mediante un programa de educación donde se den opciones positivas capaces de despertar la capacidad de vivir creativamente, sólo así disminuirá la demanda de drogas. OB/JM