También publicado en: PANORAMA CENTROAMERICANO: REPORTE POLITICO, volumen 128, n. 122: DOCUMENTOS, enero 1997

Enfatiza en el acuerdo de paz suscrito entre la guerrilla guatemalteca y el gobierno con el que se pone fin a más de tres décadas de enfrentamiento armado. Se agrega que uno de los aspectos positivos es que con la búsqueda de una salida negociada al conflicto armado, se han ampliado los espacios de diálogo y de entendimiento dentro de la sociedad guatemalteca, pero se agrega que de ahora en adelante lo importante es luchar por preservar y consolidar la paz, superando las causas que originaron la guerra civil. Para ello se hace imprescindible cumplir con los puntos estipulados en el acuerdo de paz entre éstos destacan: garantizar y proteger los derechos humanos, que la población desarraigada tenga el derecho de residir y vivir libremente en el territorio guatemalteco y para ello el gobierno guatemalteco se compromete a asegurar su retorno y reasentamiento, en condiciones de dignidad y seguridad. Se estima necesario que el pueblo guatemalteco conozca la verdad sobre las violaciones de los derechos humanos y los hechos de violencia ocurridos en el marco del enfrentamiento armado interno. Por otra parte, la necesidad de reconocer la identidad y derechos de los pueblos indígenas es un aspecto fundamental para la construcción de una nación de unidad multiétnica, pluricultural y multilingüe. Finalmente se considera que la paz duradera debe basarse en un desarrollo económico y social participativo orientado al bien común que responda a las necesidades de toda la población. OB/LOB