Análisis de la situación política de Nicaragua luego del triunfo electoral de la Unión Nicaraguense Opositora (UNO). La transición, luego de 10 años de poder del FSLN y la estabilidad dependen en gran medida de la desmovilización de la contra y de la posición norteamericana de no seguir financiándola. La ponencia hace un inventario de los principales problemas y debilidades del cuadro post-electoral: la UNO domina el plano formal constitucional ya que tiene el control del Poder Ejecutivo. El Poder Legislativo (51 diputados de 14 partidos) electo lo representan 6 corrientes ideológicas que van de la derecha al socialismo. El Poder Judicial y el Militar (ejército y Ministerio del Interior) son controlados por el FSLN. En el poder local la UNO controla 103 de las 131 alcaldías, pero esto no implica que tenga el control total del poder local. Ante la derrota electoral el FSLN se enfrenta a una renovación que implica varios retos como lo serían romper con el verticalismo y la democratización interna o, dividirse en dos fuerzas ideológicas: una radical de izquierda y otra centrista. El documento incluye el acuerdo de Toncotin, firmado por el equipo de transición del Gobierno de Nicaragua y la Resistencia Nicaraguense para la desmovilización de la contra. AR/JM