Colección Centroamérica

Los aspirantes al poder político de un país deben plantear soluciones para los problemas nacionales y el desarrollo en pocos meses se eligirá un nuevo presidente en Costa Rica. Actualmente, los principales partidos políticos del país: Unidad Social Cristiana (PUSC) y Partido Liberación Nacional (PLN), llevan a cabo la campaña preelectoral en la que ha predominado la influencia de los medios de comunicación y la publicidad que se da a cada precandidato y no el fondo de los problemas nacionales. O sea, las elecciones generales no se han convertido en una decisión crucial para las ciudadanos, en razón de que la escogencia del presidente no pone al costarricense a elegir o decidir entre alternativas ideológicas contrapruestas ni programas de desarrollo excluyentes. Dentro de las ausencias más notables se encuentra la falta de una agenda de discusión política de contenido popular, en donde se presenten planes integrales de acción sobre las causas de la pobreza, la injusticia social y el deterioro institucional del país. Costa Rica, país en desarrollo, tiene una importante limitante: su supervivencia económica depende del acatamiento de normas y exigencias sobre la liberalización de los mercados y apertura externa, mientras que los países más desarrollados responden con una política proteccionista. De manera que por más ajuste estructural y por más que se privilegie a un sector determinado, la última palabra la tendrán los países desarrollados como ejemplo se señala el caso del mercado del banano en Europa. Se agrega que no se puede incentivar a un sector sin analizar sus consecuencias nuevamente se usa como referencia el caso del banano para mostrar que el estímulo a este producto ha traído consecuencias negativas para el país, tal como el incremento del monocultivo, la destrucción de bosques y el deterioro de las condiciones sociales de los trabajadores. En síntesis, se debe realizar cuidados análisis acerca del tipo de desarrollo a seguir y sus posibles consecuencias. OB/ALJ