En los últimos años se nota un desorden global de la biosfera, el aumento de la población ha llevado a gran cantidad de personas a vivir en condiciones precarias y a otra a vivir en niveles de vida que impone una presión groseramente desproporcionada sobre el ecosistema planetario, el consumismo exige una rápida expansión de avances tecnológicos que permiten emplear y malgastar cantidades cada vez mayores de recursos naturales. El artículo traza una rápida historia del desorden global de la biosfera, destacando los desequilibrios más peligrosos para la vida planetaria. En una segunda parte, sitúa la realidad socioambiental latinoamericana, abordando críticamente el modelo de desarrollo dominante. En la tercera se destaca la importancia de los grandes informes sobre medio ambiente y desarrollo en la relación norte-sur, criticando entre tanto, el eje de sus alternativas para la degradación socioambiental del planeta. En la cuarta parte, se analiza el papel del ecologismo en la relación norte-sur, apuntando a un nuevo orden internacional y, en la quinta se estudia la mundialización del ecologismo en el presente y se hacen algunas especulaciones acerca de los esenarios posibles de la década del 90. HB/JM