La protección temporal del gobierno de Estados Unidos a los salvadoreños que residen ilegalmente en este país se ha debilitado notoriamente a raíz de la finalización del conflicto armado salvadoreño y por el aumento de la rigidez de las políticas migratorias estadounidenses. En este contexto, es necesario analizar las consecuencias sociales y políticas que provocaría el retorno gradual de inmigrantes, como el aumento del desempleo, la criminalidad y el déficit habitacional, así como la reducción de las remesas familiares que han financiado la brecha comercial y la relativa estabilidad económica. El flujo de divisas que ingresó por concepto de remesas familiares durante el año 1994 llegó a cerca de los 900 millones de dólares, lo que equivale al 80 por ciento del total de las exportaciones de bienes y servicios. Estas remesas según investigaciones realizadas son utilizadas en alimentación el 82.2 por ciento, educación y salud el 8.4 por ciento, artículos del hogar en un 2.3 por ciento inversiones 4.7 por ciento, en ahorro un 1.0 por ciento y finalmente en otros aspectos el 1.4 por ciento. Esto demuestra sin duda la importancia de estos ingresos para las familias salvadoreñas en su diario vivir. REV//jmml