Colección Centroamérica

Inicia con una breve descripción del movimiento panamericano, los distintos períodos que atravesó y la importancia del mismo sobre todo en su tercer período, en el cual el artículo centra sus objetivos, para analizar cómo estructuró la nación costarricense su política exterior con el movimiento panamericanista. En relación a la tercera etapa, se describe la participación de Costa Rica en las diferentes conferencias y reuniones que se efectuaron en ese período. En la Conferencia Interamericana de Río de Janeiro (1933) y la Conferencia Interamericana de Buenos Aires (1936), la política de los gobiernos costarricenses fue de apoyo a la política norteamericana en cuanto significaba para ellos el inicio de una era pacifista y de cooperación en el continente, en contraste con el período anterior de intervención imperialista. Para la octava Conferencia Panamericana de Lima (1938) ya la guerra en Europa era inminente, por lo que el gobierno norteamericano buscó el apoyo del continente en el conflicto mundial. Por su parte, los países intentaron proteger sus intereses económicos como el caso de Costa Rica que tenía fuertes nexos comerciales con Alemania, que era el principal mercado para el café, sin embargo el peso de los Estados Unidos terminó por imponerse. Al estallar la guerra en Europa, Estados Unidos convoca a la Primera reunión de Ministros de Asuntos Exteriores (Panamá setiembre, 1939), en la cual se aprovó una Declaración de Neutralidad para todo el continente. Tanto en la Segunda reunión de Ministros de Asuntos Exteriores (Habana, 1940), como en la Tercera reunión de Ministros de Asuntos Exteriores (Río de Janeiro, 1942) la actitud del país fue de pleno respaldo para el gobierno norteamericano. Concluye la autora que la política exterior costarricense se estructuró siguiendo la políitca exterior norteamericana, esto explica la declaratoria de guerra a los países del eje sin embargo, el país defendió sus intereses comerciales con los países europeos, negándose a seguir los lineamientos norteamericanos hasta que los Estados Unidos aseguró la supervivencia comercial de Centroamérica. A pesar del apoyo a Estados Unidos el país era conciente de que el panamericanismo y la política del Buen Vecino no eran sino una manifestación imperialista de la potencia norteamericana. SBR/SBR