Colección Centroamérica

El pueblo se ha concientizado sobre el impacto que ha provocado el programa de ajuste estructural promovido por el gobierno de Calderón Fournier. Se ha dado un paro nacional de empleados públicos, convocado por el Consejo Permanente de los Trabajadores (CPT), apoyado por diferentes organizaciones sindicales y comunales este paro tenía como fin pedir un aumento salarial de un 25 por ciento para los 150 mil empleados gubernamentales, el gobierno amenazó con no pagar los días no laborados y realizar despidos, pero el movimiento paralizó durante tres días los servicios públicos de salud, bancarios y de transportes, obras públicas y aduanas. Cuando finalizó este movimiento de presión, los dirigentes sindicales amenazaron con otra huelga si el gobierno no respondía en forma a sus demandas. La huelga prevista para el 2 de julio fracasó por falta de liderazgo, capacidad de convocatoria, apoyo popular y del sector público. Mientras tanto, el gobierno ha afirmado que las condiciones de vida de los costarricenses mejorarán ya que los organismos internacionales han recuperado la confianza en el país, lo cual permite la suscripción de un convenio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), además del ingreso de Costa Rica al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT), la firma de un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos y la negociación de un acuerdo con los gobiernos de México y Venezuela sobre el libre comercio. Además se destaca el papel del bono gratuito de la vivienda como principal política social, así como la entrega a campesinos de escrituras y el aumento salarial para los sectores público y privado. OB/MR