Se destaca el hecho que el Instituto Nacional de Biodiversidad (INBio), obtuviera el premio español Príncipe de Asturias, por su labor en favor de la preservación de los recursos naturales de Costa Rica y su concientización dentro de la ciudadanía. Luego se ahonda en la fuerza que poseen companías farmacéuticas internacionales, con sus capitales estas empresas lograron que Estados Unidos no firmará la Convención sobre biodiversidad en Río de Janeiro, Brasil en el año de 1992. En Costa Rica, el Estado ha firmado pactos con la Merck, sobre bases que no se dan a conocer a la ciudadanía, sin duda, algo queda claro, en estos momentos en que el mercado rige la economía todo tiene su precio, incluso los recursos naturales de un país, sus especies animales y vegetales, todo es mercancia, en esta era del neolibaralismo y de los ajustes estructurales. El mercado es quien decide cúan importantes pueden ser los recursos naturales, si vale la pena protegerlos, claro lo que más pesa para ello es la rentabilidad de éstos para los negocios presentes o futuros. Otro hecho que se destaca es la unión de os vecinos de Aguas Zarcas de San Carlos, los cuales se organizaron para luchar contra la empresa Tico Fruit, la cual desde el año de 1988 se encuentra asentada en la zana y lanza los desechos sólidos y líquidos al río Azuas Zarcas, sin darle ningún tratamiento. El río es muy importante para la comunidad, pues abasetece de agua para el consumo humano a muchas personas, además de ser utilizado para actividades pecuarias y agrícolas, se utiliza para actividades recreativas como la pesca y se navega, actividades todas que se han visto afectadas por la contaminación. Por su parte el gobierno, que en un primer momento parecía muy interesado por el aspecto ecológico, ya no lo está tanto, el mensaje propagandístico ya cumplió su función, ahora el gobierno prefiere quedarse a la expectativa y só intervendrá cuando la sangre contamine las aguas del río. LOB/LOB