Colección Centroamérica

En Nicaragua "ganó el terrorismo y no la democracia", la lección fue de que la violencia es provechosa despúes de toda la política empleada por Estados Unidos durante el mandado de los sandinistas, la mayoría del pueblo se inclinó por el realismo antes que el nacionalismo. La función de la contra siempre fue la de no dar respiro, obligando al gobierno sandinista a imponer con ello el servicio militar, con lo que se obligaba al gobierno a emplear demasiados recursos en defensa y dejar muy pocos para la educación y a la atención de necesidades sociales de la población, de allí la importancia que para la contra significaba el terror. El terror tenía por objetivo, opinión de David Macmichael ex-oficial de la CIA, la suspensión de las elecciones los integrantes de la contra insistían sobre las madres de reclutas, diciéndoles: "si vota por los sandinistas esta masacre continuará durante otros diez años. El día de manaña podría ser su hijo el degollado". El papel de la contra fue el de desligitimar las acciones realizadas por el gobierno, afirmaban que los sandinistas llevaron a Nicaragua a la bancarrota, que las exportaciones habían bajado desde que los sandinistas tomaron el poder, pero nunca hablaron del acoso del que era objeto Nicaragua por parte del país más poderoso, porque sentía que este pequeño país ubicado dentro de su esfera de influencia se le escapaba de sus manos. Se dió un bloqueo económico por parte de los diferentes organismos internacionales como el Banco Mundial y el FMI, cerrando el crédito. El votar por la UNO significó votar por un alivio económico y la suspensión de los ataques de la contra. OB/JM