El científico social no tiene más remedio que optar entre dos grandes orientaciones metodológicas: la positivo-estandarizante (popularísima) y la negativo-heurística (esencialmente crítica). El metodologismo es un derivado de la primera. El pretendido papel medicinal o misionero -un platonismo vulgar- al que suelen considerarse científicos, constituye la ideología profesional de éstos, y para respaldarla les conviene hacer creer que ellos disponen de métodos eficaces del primer tipo. El autor hace referencia a que le hubiera gustado exponer en el artículo una publicación titulada "Las ciencias sociales frente a un mundo cambiante: balance y perspectivas", pero ésto no pudo ser posible, por lo que entonces la sustituye por algo que redactó en la misma época y que se refiere a unos conceptos que tienen que ver con la base misma de la "misión", aunque no se limita sólo a ello, se trata de que, en cuanto a la manera de hacer ciencia social, es ineludible tomar posición respecto a una alternativa metodológica fundamental, plena de consecuencias, la opción entre dos grandes direcciones metodológicas para dichas ciencias, orientaciones que denomina respectivamente positivo-estandarizante y negativo-heurístico. El científico social se inclinará más hacia una o hacia otra, no tiene más remedio que optar por una de ellas. En este artículo, el autor se refiere sobre todo a lo que significa esta alternativa metodológica, a la concepción misionera y subraya que se trata de un platonismo vulgar y remite al estudio antes mencionado. HB/MR