América Latina ante la disyuntiva del tercer milenio, enfrentada de lleno a sus problemas busca darle una salida más viable. Desde 1980 se tiene la conciencia que de que aún el desarrollo económico basado en el progreso científico y técnico podría generar nuevas desigualdades si no se toman en consideración las políticas adecuadas y si no se manejan correctamente los recursos humanos. Son una necesidad fundamental los recursos nacionales bien aprovechados, en una sociedad que se riga por un sistema político democrático para repartir y utilizar los recursos de la mejor manera y no derrocharlos en proyectos de una pequeña clase dirigente. En muchas oportunidades los modelos económicos aplicados han desconocido la realidad de los países de la región y sus potencialidades, pero ante todo sus especificidades, ha quedado demostrado que no puede hablarse en ningún caso de un sólo modelo de desarrollo. Se destaca que la crisis ambiental es un problema mundial que no distingue ideología, dentro de los aspectos que se destacan en el trabajo sobresalen: la dimensión cultural del desarrolo, donde se enfatiza en las estructuras económicas, las estrategias de desarrollo, la democracia política, el desarrollo económico y la igualdad social, luego el carácter pluridimensional e integrador de la cultura, la interdisciplinariedad inevitable, la valorización de la persona, la nueva legitimidad de la sociedad, la necesidad de conciliar libertad con justicia social, la construcción de sociedades participativas, la transformación de los estilos de gestión interna y finalmente la cooperación multilateral. OB/MR