Se indica que cuando Martín-Baró fundó el Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP), de la Universidad Centroamericana (UCA), mucha gente cuestionó la idea de intentar encuestar a la población sobre temas políticos en una sociedad tan conflictiva y con tan pocas garantías de libertad como la salvadoreña. Aún así para cada encuesta se debía solicitar el permiso respectivo en una oficina de las fuerzas armadas. Las encuestas vinieron a significar una fuente confiable sobre el pensamiento y las preocupaciones de los salvadoreños y contribuyeron a su manera al establecimiento de la negociación que llevaría a los Acuerdos de Paz, al mostrar frente a los actores sociales e internacionales que lo más deseado por los salvadoreños era la paz. Eso dejó claro para qué pueden servir las encuestas en una sociedad poco democrática como la salvadoreña. Martín Baró proponía que las encuestas fueran totalizantes y dialécticas, ello para que los salvadoreños tomaran el control de sus vidas eliminando las contradicciones alienantes entre vivencia e información y reintegrando la conciencia colectiva con la experiencia cotidiana social y personal. OB/LOB