Colección Centroamérica

Analiza los orígenes, evolución y características del período sandinista en Nicaragua, sociedad que se encuentra desgarrada y las familias divididas por lealtades conflictivas. El Estado nicaraguense y el dominio sandinista paulatinamente han cambiado, al igual que la oposición, dándose así una politización de la sociedad. Una de las características de Nicaragua ha sido la violencia, cuando los sandinistas tomaban medidas enérgicas contra la oposición se producían respuestas más violentas, a las cuales se respondía con una creciente violencia estatal. El sandinismo ha agudizado tanto sus medidas que acusa al Cardenal Obando y Bravo de ser un agente imperialista, lo que ha traído como consecuencia que el sandinismo vea aumentar sus enemigos, e incluso, se ha conformado una alianza de diversos sectores ideológicos donde destacan conservadores, social-demócratas, estalinistas, trotskistas así, la tendencia hacia la polarización y la transición de esa polarización hacia bandos armados claramente divididos, ha alcanzado casi un climax en Nicaragua. Se sostiene que los interesados en que el sandinismo se mantenga gobernando están bien definidos y su temor a perderlo todo si se desploma el régimen los hace pelear hasta el final. Los insurgentes continuarán, por otra parte, peleando independientemente de factores externos, lo que si depende de esos factores no es la continuación de la guerra civil sino la naturaleza y duración. El estilo de dominio sandinista implica un dominio absoluto del aparato estatal, los militares y la economía, de allí que cualquier distinción entre Estado o partido carece de sentido, de manera que todos los aspectos del Estado se han convertido en blanco natural de las fuerzas insurgentes. Así, las cooperativas que pertenecen al Estado, las fábricas controladas, las cruzadas de alfabetización y los sacerdotes revolucionarios, son elementos de un solo sistema. Los insurgentes por su parte pelean por conservar su modo de vida. OB/MR