Se analiza el conflicto ideológico y la dinámica institucional en el cristianismo católico, por lo que se profundiza en aspectos filosóficos. Se señala que el conflicto ideológico básico inherente al cristianismo podría ser como el que se da entre esta religión como una ideología del poder y la fe, como una creencia activa en que la rendición se verifica en la historia mediante el enfrentamiento contra los poderes reinantes. Señala el papel que ha cumplido através de la historia la Iglesia Católica, ante todo, con la promulgación de una serie de encíclicas papales en torno a la problemática social, desde la Rerum Novarum del Papa León XIII hasta la Laborens Exercens y la Sollicitudo Rei Socialis de Juan Pablo II, publicadas en 1981 y 1988. El desarrollo social de la iglesia se da fente al auge y consolidación de los sectores populares como actores políticos de primer orden, primero en Europa a finales del siglo XIX y luego en todo el mundo. La iglesia para seguir siendo tal, debe acoger en su seno a los ricos y a los pobres, a los conservadores y a los revolucionarios. Posteriormente se señala la importancia de los cristianos en el movimiento popular, ahondando en sus límites y posibilidades, haciendo mención al documento de Puebla, mediante el cual un católico sabe qué es lo que puede hacer dentro del campo de la política de determinado partido, a cuál de ellos puede afiliarse y a cuál le está prohibido hacerlo y, hasta dónde se puede llegar en el mismo campo social. Se puede afirmar que la iglesia interviene en momentos difíciles pero no necesariamente en función de los mismos intereses y objetivos de las organizaciones populares. OB/MR