En la década de los años ochenta, en América Latina se dio gran importancia a la crisis económica, a los desequilibrios externos y a la inflación, hechos que provocaron profundos cambios económicos, institucionales y sociales. Durante todo esta década, la ideología predominante en América Latina fue el neoliberalismo, que con reformas institucionales y macroeconómicas provocaron un nuevo estilo de desarrollo. Se dieron cambios muy importantes en la estructura productiva, en la distribución del ingreso, en la relación capital-trabajo, en las funciones públicas y privadas y, en la inserción económica internacional. Precisamente este trabajo trata de interpretar algunas de estas transformaciones, buscando definir de qué manera representaron una ruptura de la modalidad de desarrollo que estuvo en vigencia desde la postguerra, también se trata de determinar en qué medida se configuró un estilo de desarrollo capaz de adquirir la estabilidad y permanencia. Estos intentos por establecer una nueva modalidad de desarrollo enfrentan varios obstáculos tales como el dar consistencia al proceso de reformas, cuyos alcances y secuencias son problemas sin resolver, luego, la necesidad de expandir de forma persistente las exportaciones y la acumulación y evitar la consolidación de la actual heterogeneidad económica y social. Por otra parte se presentan estadísticas importantes sobre lo que ha sido la evolución del producto interno bruto desde 1950 a 1990, luego indicadores sobre el desarrollo industrial en Argentina y Chile, de 1974 a 1990 se ahonda en la crisis de la deuda, en los préstamos de estabilización realizados por los diferentes países de América Latina a los organismos financieros internacionales (FMI y Banco Mundial). Finalmente se indica cómo se ha profundizado la pobreza en la región a raíz de las políticas económicas aplicadas. OB/MR