Se considera que el movimiento feminista de Nicaragua surgió con la revolución, se empapó de sus principios y de aquí la necesidad de crecer y autodefinirse, se da a su vez la necesidad de articular un movimiento político y de ahondar en prácticas y propuestas que involucren las necesidades precisas de las mujeres, considerando a éste como uno de los grupos sociales que integran la sociedad y por ende está llamado a asumir el destino colectivo que le corresponde. En el año de 1992, se han dado dos hechos importantes para la cohesión del grupo feminista nicaraguense, el Encuentro de Mujeres Nicaraguenses, celebrado en enero y con asistencia de más de 300 mujeres y el Primer Encuentro Centroamericano de Mujeres celebrado en marzo. La organización de las mujeres en Nicaragua en realidad es un proceso histórico, las mujeres campesinas, tienen cerca de cuatro años de estar organizadas como grupo y han definido sus reivindicaciones específicas en torno a la tenencia de la tierra, al acceso a crédito para las mujeres, la salud, el reconocimiento pleno de su trabajo de agricultoras. A su vez el interés que tienen las mujeres nicaraguenses de unirse como un bloque amplio quedó manifiesto en el Encuentro de Mujeres en donde participaron no con el interés de manifestar sus puntos de vista con relación a la situación real de la mujer, sino de sus propias representaciones en el quehacer político y sus utopías. Estimaciones sobre el desempleo en Nicaragua indican que este llega al 58 por ciento y afecta en forma especial a las mujeres, son estas a su vez las víctimas de las políticas económicas aplicadas por el gobierno actual y otros problemas más que las afectan en su forma directa, de allí la necesidad de que se unan y definan sus estrategias de lucha y su proyecto social. OB/JM