El abstencionismo y la pérdida relativa del caudal electoral de los partidos políticos tradicionales, incluida la izquierda tradicional refleja un distanciamiento de un sector cada vez más importante del electorado respecto de la clase política, sin llegar aún a afirmarse una clara tendencia a favor de nuevos partidos. La izquierda tradicional ha desaparecido casi por completo del mapa político electoral el bipartidismo como tal, es decir, la existencia de un par hegemónico co-gobernante, hoy día ya es historia. La ciudadanía es cada vez más independiente, volátil electoralmente y crítica respecto de los partidos políticos surgen nuevos partidos políticos, algunos con mayor éxito relativo que otros, pero la tendencia pone de manifiesto la inestabilidad del sistema de partidos y la descomposición, al menos por el momento, del sistema bipartidista, con los rasgos que lo caracterizaron desde 1982