En este artículo la autora establece la relación estrecha entre los cambios globales, la autonomía de los estados locales y el fenómeno de las fronteras; específicamente aborda la condición de violencia y asesinato que viven las mujeres en estos espacios de interacción. La feminización de la migración es uno de los fenómenos más recientes vinculado a repercusiones como el tráfico de migrantes o tráfico de personas, que convierte a las mujeres en un sector vulnerable. Se establece el desarrollo de dos estructuras socioeconómicas que sustentan la demanda de manos de obra femenina: la maquila en la frontera norte de México y el turismo en la frontera sur. Para el caso del norte, llama la atención sobre el problema de los feminicidios o las muertas de ciudad Juárez, pues las cifras imponen la necesidad de hablar y la protección por parte del Estado. En el sur, existe el riesgo permanente de enfrentamientos con la Mara Salvatrucha. También en el auge turísticos existen conflictos de trata de blancas y el turismo sexual, así como la pederastia, fenómenos ligados a la actividad económica de Cancún o Playa del Carmen. Se aborda el concepto de frontera para establecer un principio que tiene sentido de realidad inobjetable; estas marcan diferencias, rompen la continuidad y señalan lo distinto, sin embargo también conlleva un sentido asimétrico. KDV/200418

DISEMINAR082013