Colección Centroamérica

En El Salvador permanece latente el peligro de la guerra, a pesar de los acuerdos firmados tanto por el gobierno como por el FMLN en Caracas, donde se comprometieron a que en septiembre de 1990 se daría el cese de fuego. Pero existe un marcado desacuerdo sobre el futuro de las fuerzas armadas, las reformas judiciales, la electoral y la constitucional. El FMLN se comprometió a que si los acuerdos se cumplen, cambiaría la lucha armada por política, pero espera que en el país haya un verdadero proceso democratizador donde se aseguren las garantías para la toda la población y no sólo para una reducida clase, como ha sucedido hasta ahora. Pero como respuesta al ataque que lanzó el ejército, precisamente en el momento en que se realizaban las conversaciones se reservaron el derecho a lanzar ataques en cualquier momento y sus principales comandantes Shafick Jorge Handal y Germán Cienfuegos, manifestaron su deseo de seguir la guerra, debido a la situación que se vive. Rafael Villamariona representante del ejército manifestó que ellos están dispuestos a continuar con la guerra y acusó al FMLN de oportunista. Cristiani dijo que el ejército tiene el deber de salvaguardar la seguridad nacional y por ello no dejarán las accciones militares. Ahora todas las fuerzas existentes en el país, políticas, económicas y sociales coinciden en que ninguno tiene perspectivas de derrotar al enemigo, pero sí el de seguir destruyendo al país. Se puede percibir una actitud más concienzuda en el FMLN ya que asumen el compromiso de cambiar las armas por la participación legal. OB/MR